DVD/Blu-Ray: ¿El fin de los formatos físicos?

DVD/Blu-Ray: ¿El fin de los formatos físicos?

Lo único que se puede afirmar de forma segura a este respecto es que nadie se pone de acuerdo y el futuro se muestra abierto a que todos estos formatos, físicos o no, convivan por más tiempo.

También es un hecho que los consumidores están (estamos) hartos de los continuos cambios de soportes, desde hace varias décadas, tras la pionera confrontación de los formatos VHS y BETA.

En la primera mitad de la década de los noventa dos grupos de empresas desarrollaron, paralelamente, un sistema de almacenamiento óptico que multiplicaba varias veces la capacidad del CD-ROM. Por un lado Sony y Philips con el sistema MMCD, y por otro Toshiba, Matsushita y Time Warner con el SD. Un grupo compuesto por las principales compañías informáticas, con IBM a la cabeza, buscó la unificación de ambos formatos insistiendo en que ambos grupos se pusiesen de acuerdo y evitasen los gastos e inconvenientes de aquella
primera confrontación.

Finalmente se alcanzó un acuerdo y se formó el denominado DVD Consortium, que más tarde pasaría a denominarse DVD Forum. Esta organización internacional compuesta por más de doscientas empresas, tenía como objetivo definir las especificaciones de los distintos formatos de DVD aceptados y moderar entre las empresas para que los desarrollos de cada una no perjudiquen a los intereses financieros de las otras.

En el año 2002 se sumó el Blu-ray dispuesto a convertirse en el estándar del futuro pero, al poco tiempo, se encontró -de nuevo- en medio de una disputa con otro formato, el HD-DVD. Después de vencer esas primeras dificultades, se le presentaron otras por parte de los posibles compradores, como la escasez de títulos disponibles y el elevado precio del producto.

Además, desde hace años, el formato digital de visionado on line se está imponiendo y cada vez tiene más aceptación porque libera al usuario de disponer del espacio físico necesario para el permanente almacenamiento de las películas, además de abaratar los costes de su distribución. Actualmente, existen incontables plataformas o stores online que permiten la compra de películas, como ya sucedía desde hace tiempo con los videojuegos. Pero, sin duda, a este tipo de visionado le viene acechando, sin descanso, otra de las causas del paulatino declive de los soportes físicos: la piratería. Si cabe, aún más que aquellos porque conviven en el mismo medio.

Paradójicamente, frente a este sombrío panorama expuesto, el peso del blu-ray en el mercado español ha crecido: mientras que en el año 2009 suponía un 8% del mercado total de vídeo doméstico, en el 2014 supuso ya un 36%.

Las principales razones de este cambio son, por un lado, la disponibilidad y precios de los títulos en blu-ray, mucho más interesantes y asequibles. Por otro lado, el parque instalado de televisores de alta definición y más de 32 pulgadas es muy amplio, la oferta de reproductores de Blu-ray es muy competitiva en precio con los reproductores de DVD y además el consumidor sabe que los reproductores de Blu-ray también reproducen DVD.

En cualquier caso, el formato que se llevará el gato al agua será el que más versátil y compatible resulte al final.

Gonzalo del Pozo

Foto: Nomadic Lass con licencia CC

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